Son piezas delgadas de madera maciza en las que predomina su longitud frente a su anchura, con las que se cubren y decoran las paredes, techos y otros parámetros de interior excluyendo suelos. 

Sus propiedades y especificaciones están recogidas en la norma armonizada. Las principales son: dimensiones, contenido de humedad, aspecto estético, durabilidad, reacción al fuego, absorción acústica, aislamiento acústico, conductividad térmica, etc.

Su función principal es decorar las paredes y techos del interior de los edificios. Se colocan habitualmente en casas de madera y en determinados locales públicos (restaurantes, hoteles de montaña, guarderías, tiendas, etc.) pero sus aplicaciones son limitadas.