La definición de sistemas constructivos se puede enfocar por diferentes criterios, entre los que se destacan:

• Productos de madera empleados tanto de forma aislada o en combinación.
• Tipo o finalidad, ya sea edificación, obra civil o restauración con sus correspondientes variantes en función de las dimensiones finales y requisitos a cumplir.
• Método de construcción, por ejemplo: construcción in-situ, industrializada, productos prefabricados, etc.

La clasificación de sistemas que se ha adoptado toma como punto de partida el tipo de edificación y obra civil indicando el producto o los productos de madera que tienen más importancia en la construcción:

• Básicos: como la madera aserrada (MAE) o madera en rollo (MRE).
• Con entidad propia: como la madera laminada encolada (MLE) o la madera contralaminada (CLT).
• Entramados de MAE: piezas de MAE pequeña escuadría o de gran escuadría.
• Específicos: tableros derivados de la madera estructurales (TDME), paneles sándwich de cerramiento (PSW), o elementos prefabricados (EP), como cerchas, viguetas prefabricadas o viguetas compuestas, etc.

Las edificaciones y la obra civil abarcan una gran cantidad de aplicaciones finales como por ejemplo viviendas unifamiliares, viviendas en altura, colegios, centros comerciales, centros de ocio, centros de deportes, puentes, pasarelas, torres con diferentes usos (observación, telecomunicaciones, etc), etc.